lunes, 5 de noviembre de 2012

                                                          LAS MOSCAS
 
CARACTERES GENERALES

Las moscas son insectos dípteros provistos de alas. Su estructura es muy compleja; tienen el cuerpo dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen, cada una de las cuales está constituida por varios segmentos. La cabeza lleva las antenas, y en el tórax se injertan las patas y las alas, estas últimas membranosas. Las moscas respiran no por pulmones, sino por tráqueas, pequeños tubos finamente ramificados que se comunican con el exterior por medio de un orificio casi imperceptible, situado en la superficie del cuerpo, y llamado estigma.
 
Cada segmento posee dos estigmas, a través de los cuales pasa el aire que recorre luego esos pequeños tubos. Los ojos de las moscas son compuestos, y están recubiertos por una delgada capa de quitina transparente. Las piezas bucales son diferentes, según se trate de moscas que toman su alimento picando o chupando. La mosca tse-tsé y la Hippobosca equina, que pican a los animales, tienen piezas bucales transformadas en finísimos estiletes. La mosca común, que puede igualmente picar o chupar, dispone, en cambio, de una trompa aspirante. El desarrollo de las moscas ofrece, según la especie, características diferentes; en general, la hembra deposita sus huevos, muy numerosos, en lugares donde existen materias en descomposición; de estos huevos, nacen las larvas. El tiempo que tardan estos huevos en dar nacimiento a las larvas varía con la temperatura del ambiente; en el verano nacen a las ocho horas.
La mosca común (Musca domestica) es uno de los insectos más peligrosos. Tiene, en efecto, la costumbre de posarse sobre las materias orgánicas en descomposición (basuras, estiércol), lo que la convierte en portadora de gérmenes de graves enfermedades infecciosas.
En algunas especies, los huevos se abren en el interior del cuerpo del insecto, de tal manera que las larvas parecen nacer directamente; en virtud de este hecho, sus ejemplares podrían ser considerados como vivíparos. Las larvas de las moscas son fácilmente confundibles con pequeños gusanillos; viven en el agua, en la tierra o sobre substancias animales o vegetales; no tienen patas, sino órganos pulsátiles elementales; están desprovistas de cabeza, y cuando la tienen, ésta se halla en estado embrionario. Si el medio en que han nacido es favorable, las larvas se transforman rápidamente en ninfas o crisálidas, de las que saldrá el insecto perfectamente formado. Casi todos los seres vivos tienen motivos de queja contra la mosca común; ésta, indiferente al frío y al calor, atormenta por igual al lapón, al africano y a los habitantes de las regiones templadas. Todos conocemos el aspecto de la mosca común; es de color gris, posee antenas penniformes y la parte superior de su abdomen está desprovista de pelos.
DIFERENTES CLASES DE MOSCAS
Las moscas no sólo son importunas; menudo son perjudiciales y hasta pueden ocasionar la muerte, tal lo que sucede con algunas especies tropicales. Las glosinas, por ejemplo son dípteros que se nutren exclusivamente de la sangre de animales homotermos, es decir, de los pájaros y de los mamíferos cuyos cuerpos se mantienen a una temperatura constante, independiente del medio ambiente.
La picadura de la glosina es mortal, porque al efectuarla, el insecto propaga un terrible protozoario, el tripanosoma, que provoca enfermedades mortales. Las glosinas viven en el África ecuatorial, en el Congo en la región del lago Tanganyka; aterrorizan a los hombres y a los rebaños, que reconocen inmediatamente el característico silbido dé la mosca tse-tsé. La que ataca al hombre es la Glossina palpalis; es este insecto el que causa la terrible enfermedad del sueño. La mosca tse-tsé pica a los caballos y a los perros del África oriental y les provoca la nagana; la Glossina rnorsi tans, cuyo aspecto es muy semejante al de la mosca común pero de mayor tamaño, tiene el abdomen recubierto de pelm sedosos.
En África, en el Brasil y en la India, estos insectos atacar no sólo a los hombres y a los animales domésticos, sino también a los elefantes. Los ejemplares de otras especies, semejantes a tábanos, se ensañan contra las serpientes y los pájaros. Es muy frecuente encontrar la mosca azul (Calliphora yomitorict,), que entra zumbando en nuestras casas cuando percibe, con su olfato sumamente desarrollado, el olor de la carne. Su cabeza es negra de ambos lados y está provista de pelos rojos; su tórax se halla recubierto de cerdas que formar franjas negras, y el abdomen es de color azul turquesa. Es un insecto muy prolífico, y deposita hasta cien huevos por vez. Para ello elige generalmente la carne cruda. Las larvas son voraces: sus excrementos descomponen la carne en la cual penetran a medida que de ella se nutren.
Entre las glosinas, muy abundantes en el Africa ecuatorial y en el Congo, figura la mosca tse-tsé (Glossina morsitans), temida por el hombre y por las bestias (1). Transmite el tri­panosoma, que causa una terrible enfermedad llamada nogana. La Hippobosca equina a los ataca a los caballos.
En un lapso relativamente breve (ocho días) las larvas se transforman en ninfas. La mosca azul, al igual que la mosca común, se multiplica en tal forma que en poco tiempo llegaría a formar numerosísimas colonias de no mediar la competencia biológica y la guerra de exterminación que emprende el hombre. Entre las numerosas variedades que existen, debemos citar —además de la mosca verde (Lucilio caesar), con reflejos dorados, que abunda en los campos, donde busca los montones de estiércol— diferentes variedades de Hippobosca, de cuerpo achatado. Tienen grandes ojos situados a ambos lados de la cabeza, antenas cortas y están provistas de poderosas uñas; su esternón es ancho y chato. Se posan sobre el pelaje de los caballos, de los ciervos y sobre el plumaje de los pájaros.
La mosca azul (Calliphora vomitoria) y la mosca verde (Lucilia caesar)depositan sus huevos sobre las carroñas y sobre las substancias orgánicas en estado de descomposi­ción; de sus huevos salen las larvas, que se introducen a veces en el cuerpo humano y provocan una terrible enfermedad.
Cada variedad de Hippobosca (imagen izq.) vive a expensas de una especie determinada de animal, cuya sangre succiona; la que ataca al caballo es la Hippobosca equina, de color amarillo y castaño; el cuerpo de este insecto, aunque viscoso, está dotado de gran agilidad.
Otra mosca que se encuentra en el campo, sobre todo en las proximidades de los establos, es la Stomoxys calcitrans. Es muy semejante, por la forma y el color, a la mosca común, pero su talla es ligeramente mayor. Su característica es la de poseer una trompa que sale de su boca en posición horizontal. Existe también una categoría de moscas llamadas “pipistrelas” (Nitteribii); poseen largas patas, pero carecen de alas y ojos; éstos, cuando los tienen, son simples ojos puntiformes. A estas características responden asimismo las Brasiles, moscas parásitas de las abejas.
En el lugar de los ojos presentan dos pequeños huecos, donde están alojadas las antenas; éstas son de color amarillo, mientras el resto del cuerpo es de un castaño brillante. Cuando este parásito no encuentra abejas (se nutre particularmente de la abeja reina), su vida es muy corta. Impracticable resultaría la tarea de enumerar en este documental todas las especies existentes. Las moscas son insectos tempranamente aparecidos sobre la tierra; en las capas correspondientes a la época terciaria, es decir, que se remonta a 60 millones de años, se han hallado fragmentos de ámbar que encierran numerosos insectos.
En estos trozos, conservados en los museos, se descubrieron por lo menos 850 variedades de dípteros. Se cree que en la época terciaria vivía ya un gran número de ellos, y que su aparición sobre la tierra data aproximadamente de 300 millones de años. Sin embargo, los restos fósiles de seres que existieron en tiempos tan remotos son totalmente irreconocibles.

(imagen: wikipedia)
CÓMO COMBATIR LAS MOSCAS
La mejor arma de que disponemos es, sin duda alguna, la limpieza. Las moscas, en efecto, sólo depositan sus huevos sobre los detritos o las substancias orgánicas en descomposición. Sería absurdo esperar el total exterminio de estos insectos, pero es en cambio muy posible evitar que penetren en nuestras casas. Desde el punto de vista higiénico, es conveniente observar las siguientes reglas: durante la preparación de las comidas, eliminar inmediatamente los residuos; vaciar con frecuencia los recipientes donde se arroja la basura (que deben permanecer siempre cubiertos); conservar cuidadosamente los alimentos; no permitir a los animales domésticos (en el caso de tenerlos) el acceso a la cocina; mantener en estado de perfecto aseo todas las dependencias de la casa, incluyendo patios y terrazas. Las moscas son particularmente peligrosas para los niños, en razón de la facilidad con que transmiten las enfermedades. Es, pues, indispensable tomar las precauciones necesarias para protegerlos, sobre todo durante el verano, época en que estos insectos abundan.
CONSEJOS PARA EVITAR LA PROLIFERACION DE MOSCAS Y MOSQUITOS
En el verano es inevitable la aparición de moscas y mosquitos en casi todas partes. Las moscas, por ejemplo, son trasmisoras de muchas enfermedades por el contacto con materias contaminadas. Lo primero que hay que hacer mantener una higiene general dentro y fuera de la casa.
  • No dejar la basura muchas horas en el interior de la casa. Limpiar los tachos con desinfectante.
  • Para evitar la invasión de estos insectos poner mosquiteros y contratar un servicio de fumigación. Las mosquitas que aparecen en forma esporádica se pueden combatir echando un chorrito de lavandina por los desagües en los que aparecen.
  • En lo que se refiere a los mosquitos, también conviene el uso de los mosquiteros.
  • Destapar los desagües del exterior de la casa y limpiar todos los sitios en que se puede acumular agua porque es el medio en que más se reproducen. El mercado, por su parte, ofrece una amplia variedad de insecticidas eficaces en forma de pastillas o espirales a base de piretrinas y piretroides que no dañan la salud de los humanos.
 

lunes, 29 de octubre de 2012

                                  

La hormiga es un pequeño insecto himenóptero de los trópicos y zonas templadas que corresponde a unas 3500 especies de la familia formícidos. Todas las hormigas conocidas son sociables; viven en colonias, que pueden estar compuestas por unos pocos individuos, como en la tribu ponerinos, o por muchísimos de ellos, hasta 100 000 o más, como es el caso de la hormiga roja (Formica rufa). Son reconocibles por su "cintura", formada por un estrecho segmento, o segmentos, entre el tórax y el abdomen.

Las hembras y los machos son alados cuando abandonan el nido, pero posteriormente pierden las alas. Las hormigas aladas, que vuelan lentamente formado grandes nubes en determinadas épocas del año, no son una especie diferente, sino los miembros reproductores de las colonias que salen del nido para desarrollarse.
Son insectos claramente polimórficos, con diferencias entre obreras, machos y hembras. Los machos de todas las especies, bastantes parecidos, tienen alas, ojos bien desarrollados y largas antenas.

Normalmente sólo aparecen en ciertas épocas del año, pues no sobreviven mucho al apareamiento ni se les admite en el nido tras el vuelo nupcial.
Con muy pocas excepciones, todas las especies tienen una casta de obreras, claramente reconocible, e integrada por hembras estériles cuya función es obtener alimento, construir el nido y cuidar de las crías. Son ápteras y suelen tener los ojos pequeños. En muchas especies no ponen huevos, pero, en algunas, los que ponen se utilizan para alimentar a las larvas. Tales huevos, al no estar fecundados, sólo podrían dar origen a machos.
El tamaño de las obreras varía de unas a otras; normalmente, las que proceden de los primeros huevos puestos por una reina al establecer un nuevo nido son más pequeñas que las que forman el grueso de la población.Sin embargo, en una colonia pueden encontrarse en todo momento hormigas de cualquier tamaño: las hormigas más pequeñas parecen pasar la mayor parte del tiempo dentro del hormiguero, mientras que las más grandes lo protegen y abastecen. No obstante, pueden haber dos clases de obreras, muy bien definidas. En ese caso, las de mayor tamaño, llamadas soldados, tienen la cabeza muy grande y quitinizada, y las mandíbulas fuertes. Como su nombre indica, una de sus funciones es luchar para defender el nido, pero además, suelen ayudar a las obreras pequeñas cuando éstas encuentra un gran trozo de comida que haya que dividir para poder transportarlo al nido.

Como la abeja, pero a diferencia del termes, la hormiga reina es solitaria y no va acompañada del macho cuando establece un nido. Suele ser más grande que los machos y las obreras, y posee una boca totalmente funcional. Tras la fecundación, que generalmente tiene lugar en el aire, la reina se posa y se arranca las alas con las mandíbulas, o bien frotándolas contra un objeto sólido. Luego comienza a excavar una pequeña cámara y permanece en ella hasta el año siguiente. Muy pronto pone unos pocos huevos, que luego se transformarán en obreras. Cuida de ellos y, cuando nacen las larvas, las alimenta con secreciones salivares.



Ella depende para su propia nutrición únicamente de su grueso cuerpo y de los músculos de vuelo, que degeneran durante este período. Estas primeras obreras acusan el efecto de la reducida dieta en su pequeño tamaño, pero sin embargo, pueden salir de la cámara para llevar comida a la reina y a las larvas que nazcan posteriormente. Muchas especies de hormigas fundan así sus colonias. Una reina puede vivir hasta quince años, y durante todo ese tiempo es capaz de poner huevos, que se fecundan con la esperma depositada en su "receptaculum seminis" durante el vuelo nupcial.
Los huevos de hormiga son blancos y sólo miden 0,5 mm de longitud (los que, con ese mismo nombre, se venden para alimento de peces son capullos y no huevos verdaderos). Las obreras los llevan de un lugar a otro a medida que cambian las condiciones del nido, manteniéndolos siempre allí donde las condiciones son óptimas y lamiéndolos con frecuencia para mantenerlos libres de infecciones por hongos. Las larvas tienen aspecto de gusano, con cabeza y trece segmentos. Carecen de patas, pero las de algunas especies parecen solicitar alimento de las obreras moviendo de un lado al oro el extremo anterior del cuerpo. Las larvas son colocadas en montones de individuos del mismo tamaño y aproximadamente de la misma edad. Si en un montón surge un individuo de mayor tamaño, las "niñeras" le prestan más atención. Por consiguiente, la clasificación de las larvas de modo que todas sean del mismo tamaño sirve para que cada una reciba la cantidad de atención que precisa.

En general, las larvas se alimentan de materia líquida regurgitada. Unas obreras entregan el alimento a las demás; entre las hormigas se advierten las mismas relaciones trofalácticas que entre las abejas. Algunas hormigas primitivas (ponerinos) entregan los insectos capturados a las larvas, que son capaces de rasgarlos en pedazos. Las hormigas graneras las alimentan con semillas descascarilladas.

Cuando llega el momento, las larvas se transforman en pupas, en algunas casos previa formación de un capullo. Una vez adquirida la forma adulta, las obreras ayudan a la hormiga a salir de su envoltura. La casta a de una hormiga es determinada por la cantidad de alimento que recibe durante el estadio larvario. Las destinadas a reproductoras son alimentadas con una dieta rica en proteínas, mientras que las obreras la reciben fundamentalmente de hidratos de carbono. El sexo está genéticamente determinado: como en todos los himenópteros, las hormigas hembra, es decir, las reinas y obreras, tienen cromosomas XX y los machos XY.
Las colonias de hormigas viven en una gran diversidad de estructuras, generalmente construidas por ellas mismas. Muchas abren galerías en el suelo, con numerosas cámaras repartidas por el fondo del nido. En esas cámaras mantienen a las crías, almacenan semillas para alimentarse, e incluso cultivan hongos sobre lechos de hojas maceradas. Estos hongos son típicos de las hormigas tropicales de la tribu atinos, cortadoras de hojas, que rasgan los árboles cercanos para obtener material con el que criarlos, puesto que las larvas se alimentan de bromacios, cuerpos que sólo produce el hongo bajo tierra. Los nidos de estas hormigas, que constituyen una tremenda plaga para la agricultura, son muy profundos, por lo que resultan difíciles de destruir.

Otras especies hacen el nido en montículos. La hormiga roja de Europa excava hasta una profundidad pequeña y construye parte del nido bajo tierra, pero amontona encima de él pinocha, ramitas y materiales similares, entre los cuales penetran las galerías. Las entradas y los pasajes se cierran, cuando es necesario, para conservar el calor dentro del montículo y se vuelven a abrir cuando la temperatura interior se eleva demasiado. Algunas de las hormigas más pequeñas, como "Leptothorax" que forman colonias de relativamente pocos individuos, pueden vivir bajo la corteza de los palos que encuentran en el suelo.

El "papel" hecho con la madera masticada por los propios insectos constituye otro material utilizado en la construcción de nidos. Hay especies tropicales que ocupan cámaras dentro de las plantas; éstas suelen responder produciendo formaciones parecidas a las agallas, que se enredan con las galerías de las propias hormigas. Un extraño tipo de nido es el que construye "Oecophylla smaragdina". Las obreras juntas dos hojas, cogiendo una con las mandíbulas y sujetando la otra con las patas traseras. Otras obreras, que llevan las larvas en las mandíbulas, "cosen" las hojas moviendo las cabezas de las larvas para que toquen sucesivamente una hoja y otra (las larvas producen seda, y ésta mantiene las hojas firmemente unidas). La especie es una plaga terrible para las plantaciones de café, pues en su nido de hojas alberga diversos insectos fitófagos, protegidos de esta suerte contra los insecticidas.
Las hormigas guerreras (dorilinos) no construyen nido ni puede decirse que tengan refugio permanente. Avanzan en largas columnas por el campo, limpiándolo a su paso de insectos e incluso de aves y mamíferos pequeños. Cada noche vivaquean bajo un leño y objeto similar y parten a la mañana siguiente. Periódicamente, acampan durante algún tiempo en un agujero o bajo un tronco hueco, precisamente en las fases en la que la reina acaba de poner sus huevos y no hay larvas en la colonia.

lunes, 22 de octubre de 2012




Avispas Asesinas: Esta avispa tiene un método "curioso" para alimentarse. Cuándo son crías se alimentan únicamente de las entrañas de otras abejas más pequeñas. Para ello, las avispas adultas asaltan las colmenas de las abejas, destrozándolas por dentro en busca de crías. 30 avispas pueden matar a 30000 abejas en 3 horas.Más tarde, "abrazan" a las abejas o los cadáveres de éstas para hacer que sus entrañas salgan al exterior.Es algo así como un "abrazo del oso", pero a lo bestia, de tal forma que sus tripas salen. La avispa hace una bola con estas entrañas y       se   

 las lleva a casa, donde alimentará a sus crías en estado larval.

No es así el caso de las abejas japonesas. Hasta las abejas de ese país son "tecnológicas", puesto que disponen de un sistema para impedir el ataque de las avispas.Cuando las vespas atacan una colmena, es porque primero una exploradora la ha descubierto y suelta unas feromonas para aviasar a sus compañeras del lugar de un nuevo objetivo. No obstante, las abejas japonesas detectan su presencia, y se avalanzan todas en massa contra ella, dejando a la vespa así atrapada. A continuación, todas las abejas empiezan a vibrar haciendo aumentar la temperatura de manera espectacular, llegando a alcanzar los 47ºC !Evidentemente la avispa gigante se fríe y como ha muerto, no puede dar el chivatazo al resto; las abejas han salvado su colmena.

lunes, 15 de octubre de 2012

                 
                                                       LAS     CUCARACHAS


Entre todos los insectos, el más común es la cucaracha. Los fósiles encontrados son evidencia de que las cucarachas han existido por más de 300 millones de años. Incrustaciones en ámbar demuestran que han sufrido escasas mutaciones desde entonces. Son consideradas como uno de los grupos de animales más exitosos.
Debido a que las cucarachas se adaptan fácilmente al medio ambiente, se han ajustado exitosamente a vivir con los humanos.
Existen cerca de 3,500 especies de cucarachas alrededor del mundo, la mayoría de origen tropical y que viven en exteriores. En España, sólo tres especies de interior representan el 100% de las especies controladas alrededor de edificios.
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- Una cucaracha es capaz de sobrevivir durante más de un mes sin agua. En caso de necesidad, puede absorber la humedad ambiental a través de su cuerpo.
- Prefieren alimentos con gran contenido en almidón y grasas y azúcares, y pueden comer desde cuero hasta pegamento.
- Desarrollan su actividad durante la noche y pasaran el 75% de su vida en una grieta, junta, o pequeña cavidad.
- Son prácticamente ciegas, utilizando sus antenas en contacto continuo con las superficies para detectar vibraciones, cambios de temperatura y humedad, etc…
- Producen secreciones olorosas que llegan a afectar al sabor de la comida.
- Sus excrementos, así como partes de su cuerpo, pueden contener un elevado número de alérgenos que en personas sensibles pueden provocar urticarias, estornudos o lagrimeo severo.
- Se las considera uno de los principales vectores de transmisión de enfermedades al hombre a través de la contaminación de alimentos y de utensilios de cocina por simple contacto.
- Transportan sobre su cuerpo organismos causantes de diversas formas de gastroenteritis y en su interior viven gran cantidad de microorganismos como protozoarios que están involucrados en brotes de enfermedades humanas.
- La cucaracha rubia es la especie más extendida y más dañina en el medio urbano.
- Las cápsulas de reproducción están herméticamente cerradas y protegidas contra los insecticidas, lo que dificulta su control.
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Solo cuatro especies son plagas comunes: la cucaracha Alemana, de Banda Marrón, Oriental y Americana.
Las Cucarachas Alemanas
La cucaracha alemana es la plaga distribuida con mayor amplitud en la zona urbana. Es, además, la especie de cucaracha más común en casas, apartamentos, restaurantes, hoteles y otras instituciones.
Las cucarachas alemanas adultas tienen un tamaño que alcanza desde una pulgada, hasta ocho, y son de color bronceado a marrón claro. Aunque tienen alas desarrolladas, no vuelan. Las ninfas son similares a las adultas excepto que son más pequeñas y carecen de alas. La cucaracha alemana es mejor identificada por su tamaño pequeño y por dos líneas paralelas obscuras que recorren desde la parte trasera de la cabeza hasta las alas. Usualmente se encuentran en cocinas (cerca de lavaplatos, estufas y fregaderos) y en baños.
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Las cucarachas alemanas usualmente prefieren un ambiente húmedo con un grado relativamente alto de calor. Estos insectos comen regularmente de los basureros y se alimentan de una amplia variedad de comidas. Tienen una preferencia al almidón, dulces, grasas y productos de carne. En muchos lugares, la basura es su fuente principal de alimento.
Como otras especies, las cucarachas alemanas son más activas por las noches cuando van en busca de comida, agua y parejas. Durante el día se esconden en grietas y lugares oscuros que proveen un ambiente cálido y húmedo. Sus cuerpos, relativamente anchos y planos, les permiten moverse dentro y fuera de grietas y espacios estrechos con facilidad. Estas pueden ser vistas durante el día, particularmente si hay una población grande o si hay otras causas de tensión, como falta de comida o agua o si han aplicado pesticidas.
Las cucarachas alemanas son la especie más exitosa en infestar edificios. Son varias las razones por las que se explica la perseverancia de esta cucaracha y la dificultad para controlarlas. Las cucarachas alemanas producen un gran número de huevos por cápsula y se desarrollan en un tiempo bien corto desde que salen del huevo hasta que alcanzan su madurez sexual, resultando en un crecimiento acelerado de la población.
 

lunes, 1 de octubre de 2012

 

                                                                     MILPIES

 
 
 
 
 
 

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El milpiés es una clase de miriápodos conocidos y el número máximo de patas de un milpiés no supera las 750, y la mayoría tienen menos de 200; aún así, el milpiés es el animal con más patas.


 Características

Los milpiés tienen el cuerpo dividido en dos regiones, la cabeza y el tronco. La cabeza posee un par de cortas antenas, los ojos simples y las piezas bucales, estando las mandíbulas en algunas especies muy modificadas como instrumentos excavadores. El tronco posee muchos segmentos y la mayoría llevan dos pares de patas (de donde deriva su nombre científico), excepto el primero y el último, que no tienen, y el segundo, tercero y cuarto, que solo llevan un par de patas cada uno. La duplicidad de las patas es consecuencia de la fusión de dos segmentos consecutivos en uno de solo, de modo que se puede hablar de diplosegmentos en vez de segmentos. A diferencia de los cienpiés (quilópodos), los milpiés carecen de aparato inoculador de veneno, pero muchos diplópodos tienen una hilera de glándulas en los costados que segregan sustancias químicas pestilentes e irritantes cuando son molestados, que pueden producir erupciones en la piel humana; ello puede ir acompañado de actitudes defensivas, enroscándose en forma de bola o en espiral.

 Alimentación

Ciertas especies de milpiés son depredadoras y su dieta se basa en cazar pequeños insectos y pequeños invertebrados.


 Reproducción

La reproducción del milpiés se da entre primavera y verano. Estos animales tienen reproducción de tipo ovípara y construyen nidos con tal fin. La vida larvaria de los ciempiés, según la especie, dura entre 6 meses y 1 año. Como adaptación a la reproducción, la relación entre machos y hembras de milpiés está muy desequilibrada a favor de las hembras. A diferencia de los ciempiés, los milpiés se pueden criar en grupo, siempre que sean de la misma especie. Los milpiés cada vez que crecen añaden un nuevo segmento, esto no sucede en la mayoría de animales que termina su desarrollo una vez pasada el desarrollo embrionario. Esto significa que el número final de anillos en los milpiés no se alcanza hasta pasada la vida larvaria. Por ejemplo, los gloméridos (una familia de milpiés) tienen 8 segmentos cuando acaban de nacer y 12 cuando llegan al estado adulto. Algunas especies incluso continúan creciendo después de llegar al estado adulto. Los milpiés van adquiriendo un nuevo segmento después de cada muda. Las mudas son necesarias en los ciempiés y otros miriápodos, así como en otros artrópodos porque tienen un exoesqueleto duro constituido por quitina (y, en el caso de los milpiés, endurecido por sales de calcio). Cuando muda, el animal deja de comer.


 Hábitat

A los milpiés les gusta la humedad y huyen de la luz. Durante el día se esconden entre la hojarasca, debajo de piedras o entre la corteza de los árboles. Muchas especies de milpiés viven en las cuevas porque son lugares que cumplen muy bien estos requisitos.
Aunque los milpiés prefieren la humedad, en los lugares secos también viven los milpiés, como aquellos del género Ommatoiulus. Incluso existen especies que viven en los desiertos.
En cambio, no pueden vivir en las casas por este mismo motivo. En poco tiempo estos animales mueren cuando se refugian en las viviendas humanas. Estos animales no tienen una gran capacidad de regular sus reservas de agua corporales, por lo que los ambientes secos de las casas terminan por matarlos en menos de 1 día.


 Distribución

El milpiés suele vivir en zonas templadas y tropicales, dependiendo de la especie.

Depredadores

  • Algunas especies de milpiés se enrollan sobre si mismas para protegerse. Se pueden enrollar en espiral (los júlidos) o en forma de bola (los gloméridos), lo que les puede confundir a los últimos con la cochinilla de la humedad.
  • Otro sistema defensivo del milpiés es la secreción de sustancias de olor nauseabundo y sabor desagradable.
Aunque los milpiés no tienen sistema de inoculación del veneno, las grandes especies tropicales pueden causar muchos problemas en el ser humano y los animales domésticos cuando entran en contacto con ellos, tales como la ceguera.
 
 
 

 
 


                                       
                                            

lunes, 24 de septiembre de 2012

 
 
EL ESCARABAJO
 
 
 
 
 

Escarabajo es el nombre común de un gran número de insectos del orden de los coleópteros; Es decir que tienen cuatro pares de alas. Los dos superiores,córneas y convexas llamados élitros, presentan la forma de estuche.


La especie más conocida y representada por los antiguos egipcios es el Ateuchus sacer L, de color negro poco brillante por encima y rojizo por debajo y de unos 3 cm. de largo aproximadamente. Se crían en el estiércol, con el cual se alimentan y fabrican unas bolas o pelotas en las que depositan los huevos y que luego hacen rodar hasta enterrarlos, razón por la cual se los conoce como "escarabajos peloteros".

Sellos y anillos


Brazaletes adornados
con la figura del escarabajo.
Estos pertenecieron al rey
Tutanjamón
Desde el Período Tinita (3065-2890) se tallaban amuletos o dijes con forma de escarabajo como lo prueba el hallazgo de varios de ellos en Abidos, Tarkhan y otros lugares del Alto Egipto. En Tarkhan se halló una pequeña caja de alabastro con esta forma datada a comienzos de la Dinastía I. (1).
C. Aldred consigna que a fines del Reino Antiguo el escarabajo reemplazó a los llamados "botones sello" (button seals) siendo a la vez amuletos y sellos, perforado en su diámetro máximo por un agujero por el que pasaba un cordel para poder llevarlos colgados del cuello.
Desde finales de la Dinastía XII y sobre todo en la Dinastía XIII (1786-1633aC), aparecen sellos personales con forma de escarabajo con el nombre del propietario y el cargo que ocupaba. (7).
Otros escarabajos se convirtieron en anillos como los descubiertos por De Morgan en las tumbas intactas de las princesas Ita y Jnuwit del reinado de Amenemhat II (1929-1895 a.C.) en Dashur y las encontradas por Petrie en la tumba de la princesa Sat-Hathor Iunut en el-Lahún, del reinado de Senuseret II (1897-1878 a. C.). (2). A partir del Reino Medio la elaboración de escarabajos como amuleto alcanza gran popularidad prolongándose hasta la época ptolemaica (3), y tras una serie de innovaciones el anillo terminó por imponerse manteniendo la forma tradicional del escarabajo y así se lo encontró en Tell el-Amarna, y en Tanis. (4
 
 
 
 
 
 
 

                                                                   
                                                               
 

 

lunes, 17 de septiembre de 2012

los caracoles

los caracoles






El caracol va muy lento. Va tan lento que, si dudara demasiado, si volviera tras sus pasos alguna vez, no llegaría nunca a ninguna parte. El caracol va lento, muy lento, pero su constancia hace que sea en verdad muy rápido. Su capacidad física es minúscula, pero la compensa con su fortaleza mental.
Un caracol es más rápido que, por ejemplo, un sapo. Si el sapo quisiera podría ir muy veloz, pero la cuestión es que no quiere, y eso lo hace lento. Si te giras unos minutos y vuelves la vista, es posible que siga allí, mientras que un caracol habrá ya desaparecido y probablemente no lo vuelvas a ver más.
El caracol va poco a poco, pero de forma constante. No tiene huesos, tiene que arrastrarse por la tierra con esa inmensa cáscara encima, y lo compensa con una determinación absoluta y una gran resistencia.
El caracol nos dice que no importan tanto nuestros talentos como el uso que les damos. Alguien puede tener un gran talento, pero si no tiene constancia en su desarrollo no va a hacerle más feliz ni a darle ningún resultado. En cambio, alguien que sólo tenga un poquito de talento, pero una gran fortaleza mental traducida en constancia a la hora de desarrollarlo y expresarlo, va a ensombrecer a cualquiera aparentemente más dotado pues su voluntad le llevará a exprimirlo al máximo y aun a llevarlo a territorios que antes no conocía y que a su vez le pueden llevar al descubrimiento de otros talentos dormidos.
La constancia y el esfuerzo, la determinación con la que realizamos nuestras acciones, es lo que en último término decide nuestro destino. No importa que nuestras cartas sean malas, si sabemos jugarlas, mientras que si son muy buenas pero no sabemos o no queremos jugar en la gran partida de la vida, perderemos. Y perder significa que no nos realizaremos, que no nos sentiremos plenos, que al llegar la hora final sentiremos que hemos malgastado nuestra vida.
El caracol nos incita a confiar en nosotros mismos, a no juzgar nuestras propias capacidades, a edificar rumbos precisos y fuertes establecidos desde el corazón y la intuición y a seguirlos con persistencia, sin caer en la ceguera ni la tozudería. Nos dice que las grandes cosas empiezan por un pequeño paso, y que el primer paso es el más importante. Y que, una vez dado, ya no se debe mirar atrás, ni volver atrás, pues el viaje ha empezado y la vida es corta, y debemos confiar en que hemos dado ese paso movidos por una fuerza noble y positiva. El rumbo puede ser corregido, pero si empezamos a dudar mucho no haremos otra cosa que dar vueltas sobre nosotros mismos.
El caracol, al pasar, va dejando un rastro de babas. Son todas las dudas que deja atrás, todas las limitaciones que le impusieron, todas las etiquetas con las que ha estado cargando y que poco a poco va soltando mientras, con paso lento pero firme, se dirige con su casa a cuestas hacia las verdes hojas que le dan sustento o a los rincones húmedos que le ofrecen perfecto refugio.