lunes, 29 de octubre de 2012

                                  

La hormiga es un pequeño insecto himenóptero de los trópicos y zonas templadas que corresponde a unas 3500 especies de la familia formícidos. Todas las hormigas conocidas son sociables; viven en colonias, que pueden estar compuestas por unos pocos individuos, como en la tribu ponerinos, o por muchísimos de ellos, hasta 100 000 o más, como es el caso de la hormiga roja (Formica rufa). Son reconocibles por su "cintura", formada por un estrecho segmento, o segmentos, entre el tórax y el abdomen.

Las hembras y los machos son alados cuando abandonan el nido, pero posteriormente pierden las alas. Las hormigas aladas, que vuelan lentamente formado grandes nubes en determinadas épocas del año, no son una especie diferente, sino los miembros reproductores de las colonias que salen del nido para desarrollarse.
Son insectos claramente polimórficos, con diferencias entre obreras, machos y hembras. Los machos de todas las especies, bastantes parecidos, tienen alas, ojos bien desarrollados y largas antenas.

Normalmente sólo aparecen en ciertas épocas del año, pues no sobreviven mucho al apareamiento ni se les admite en el nido tras el vuelo nupcial.
Con muy pocas excepciones, todas las especies tienen una casta de obreras, claramente reconocible, e integrada por hembras estériles cuya función es obtener alimento, construir el nido y cuidar de las crías. Son ápteras y suelen tener los ojos pequeños. En muchas especies no ponen huevos, pero, en algunas, los que ponen se utilizan para alimentar a las larvas. Tales huevos, al no estar fecundados, sólo podrían dar origen a machos.
El tamaño de las obreras varía de unas a otras; normalmente, las que proceden de los primeros huevos puestos por una reina al establecer un nuevo nido son más pequeñas que las que forman el grueso de la población.Sin embargo, en una colonia pueden encontrarse en todo momento hormigas de cualquier tamaño: las hormigas más pequeñas parecen pasar la mayor parte del tiempo dentro del hormiguero, mientras que las más grandes lo protegen y abastecen. No obstante, pueden haber dos clases de obreras, muy bien definidas. En ese caso, las de mayor tamaño, llamadas soldados, tienen la cabeza muy grande y quitinizada, y las mandíbulas fuertes. Como su nombre indica, una de sus funciones es luchar para defender el nido, pero además, suelen ayudar a las obreras pequeñas cuando éstas encuentra un gran trozo de comida que haya que dividir para poder transportarlo al nido.

Como la abeja, pero a diferencia del termes, la hormiga reina es solitaria y no va acompañada del macho cuando establece un nido. Suele ser más grande que los machos y las obreras, y posee una boca totalmente funcional. Tras la fecundación, que generalmente tiene lugar en el aire, la reina se posa y se arranca las alas con las mandíbulas, o bien frotándolas contra un objeto sólido. Luego comienza a excavar una pequeña cámara y permanece en ella hasta el año siguiente. Muy pronto pone unos pocos huevos, que luego se transformarán en obreras. Cuida de ellos y, cuando nacen las larvas, las alimenta con secreciones salivares.



Ella depende para su propia nutrición únicamente de su grueso cuerpo y de los músculos de vuelo, que degeneran durante este período. Estas primeras obreras acusan el efecto de la reducida dieta en su pequeño tamaño, pero sin embargo, pueden salir de la cámara para llevar comida a la reina y a las larvas que nazcan posteriormente. Muchas especies de hormigas fundan así sus colonias. Una reina puede vivir hasta quince años, y durante todo ese tiempo es capaz de poner huevos, que se fecundan con la esperma depositada en su "receptaculum seminis" durante el vuelo nupcial.
Los huevos de hormiga son blancos y sólo miden 0,5 mm de longitud (los que, con ese mismo nombre, se venden para alimento de peces son capullos y no huevos verdaderos). Las obreras los llevan de un lugar a otro a medida que cambian las condiciones del nido, manteniéndolos siempre allí donde las condiciones son óptimas y lamiéndolos con frecuencia para mantenerlos libres de infecciones por hongos. Las larvas tienen aspecto de gusano, con cabeza y trece segmentos. Carecen de patas, pero las de algunas especies parecen solicitar alimento de las obreras moviendo de un lado al oro el extremo anterior del cuerpo. Las larvas son colocadas en montones de individuos del mismo tamaño y aproximadamente de la misma edad. Si en un montón surge un individuo de mayor tamaño, las "niñeras" le prestan más atención. Por consiguiente, la clasificación de las larvas de modo que todas sean del mismo tamaño sirve para que cada una reciba la cantidad de atención que precisa.

En general, las larvas se alimentan de materia líquida regurgitada. Unas obreras entregan el alimento a las demás; entre las hormigas se advierten las mismas relaciones trofalácticas que entre las abejas. Algunas hormigas primitivas (ponerinos) entregan los insectos capturados a las larvas, que son capaces de rasgarlos en pedazos. Las hormigas graneras las alimentan con semillas descascarilladas.

Cuando llega el momento, las larvas se transforman en pupas, en algunas casos previa formación de un capullo. Una vez adquirida la forma adulta, las obreras ayudan a la hormiga a salir de su envoltura. La casta a de una hormiga es determinada por la cantidad de alimento que recibe durante el estadio larvario. Las destinadas a reproductoras son alimentadas con una dieta rica en proteínas, mientras que las obreras la reciben fundamentalmente de hidratos de carbono. El sexo está genéticamente determinado: como en todos los himenópteros, las hormigas hembra, es decir, las reinas y obreras, tienen cromosomas XX y los machos XY.
Las colonias de hormigas viven en una gran diversidad de estructuras, generalmente construidas por ellas mismas. Muchas abren galerías en el suelo, con numerosas cámaras repartidas por el fondo del nido. En esas cámaras mantienen a las crías, almacenan semillas para alimentarse, e incluso cultivan hongos sobre lechos de hojas maceradas. Estos hongos son típicos de las hormigas tropicales de la tribu atinos, cortadoras de hojas, que rasgan los árboles cercanos para obtener material con el que criarlos, puesto que las larvas se alimentan de bromacios, cuerpos que sólo produce el hongo bajo tierra. Los nidos de estas hormigas, que constituyen una tremenda plaga para la agricultura, son muy profundos, por lo que resultan difíciles de destruir.

Otras especies hacen el nido en montículos. La hormiga roja de Europa excava hasta una profundidad pequeña y construye parte del nido bajo tierra, pero amontona encima de él pinocha, ramitas y materiales similares, entre los cuales penetran las galerías. Las entradas y los pasajes se cierran, cuando es necesario, para conservar el calor dentro del montículo y se vuelven a abrir cuando la temperatura interior se eleva demasiado. Algunas de las hormigas más pequeñas, como "Leptothorax" que forman colonias de relativamente pocos individuos, pueden vivir bajo la corteza de los palos que encuentran en el suelo.

El "papel" hecho con la madera masticada por los propios insectos constituye otro material utilizado en la construcción de nidos. Hay especies tropicales que ocupan cámaras dentro de las plantas; éstas suelen responder produciendo formaciones parecidas a las agallas, que se enredan con las galerías de las propias hormigas. Un extraño tipo de nido es el que construye "Oecophylla smaragdina". Las obreras juntas dos hojas, cogiendo una con las mandíbulas y sujetando la otra con las patas traseras. Otras obreras, que llevan las larvas en las mandíbulas, "cosen" las hojas moviendo las cabezas de las larvas para que toquen sucesivamente una hoja y otra (las larvas producen seda, y ésta mantiene las hojas firmemente unidas). La especie es una plaga terrible para las plantaciones de café, pues en su nido de hojas alberga diversos insectos fitófagos, protegidos de esta suerte contra los insecticidas.
Las hormigas guerreras (dorilinos) no construyen nido ni puede decirse que tengan refugio permanente. Avanzan en largas columnas por el campo, limpiándolo a su paso de insectos e incluso de aves y mamíferos pequeños. Cada noche vivaquean bajo un leño y objeto similar y parten a la mañana siguiente. Periódicamente, acampan durante algún tiempo en un agujero o bajo un tronco hueco, precisamente en las fases en la que la reina acaba de poner sus huevos y no hay larvas en la colonia.

lunes, 22 de octubre de 2012




Avispas Asesinas: Esta avispa tiene un método "curioso" para alimentarse. Cuándo son crías se alimentan únicamente de las entrañas de otras abejas más pequeñas. Para ello, las avispas adultas asaltan las colmenas de las abejas, destrozándolas por dentro en busca de crías. 30 avispas pueden matar a 30000 abejas en 3 horas.Más tarde, "abrazan" a las abejas o los cadáveres de éstas para hacer que sus entrañas salgan al exterior.Es algo así como un "abrazo del oso", pero a lo bestia, de tal forma que sus tripas salen. La avispa hace una bola con estas entrañas y       se   

 las lleva a casa, donde alimentará a sus crías en estado larval.

No es así el caso de las abejas japonesas. Hasta las abejas de ese país son "tecnológicas", puesto que disponen de un sistema para impedir el ataque de las avispas.Cuando las vespas atacan una colmena, es porque primero una exploradora la ha descubierto y suelta unas feromonas para aviasar a sus compañeras del lugar de un nuevo objetivo. No obstante, las abejas japonesas detectan su presencia, y se avalanzan todas en massa contra ella, dejando a la vespa así atrapada. A continuación, todas las abejas empiezan a vibrar haciendo aumentar la temperatura de manera espectacular, llegando a alcanzar los 47ºC !Evidentemente la avispa gigante se fríe y como ha muerto, no puede dar el chivatazo al resto; las abejas han salvado su colmena.

lunes, 15 de octubre de 2012

                 
                                                       LAS     CUCARACHAS


Entre todos los insectos, el más común es la cucaracha. Los fósiles encontrados son evidencia de que las cucarachas han existido por más de 300 millones de años. Incrustaciones en ámbar demuestran que han sufrido escasas mutaciones desde entonces. Son consideradas como uno de los grupos de animales más exitosos.
Debido a que las cucarachas se adaptan fácilmente al medio ambiente, se han ajustado exitosamente a vivir con los humanos.
Existen cerca de 3,500 especies de cucarachas alrededor del mundo, la mayoría de origen tropical y que viven en exteriores. En España, sólo tres especies de interior representan el 100% de las especies controladas alrededor de edificios.
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- Una cucaracha es capaz de sobrevivir durante más de un mes sin agua. En caso de necesidad, puede absorber la humedad ambiental a través de su cuerpo.
- Prefieren alimentos con gran contenido en almidón y grasas y azúcares, y pueden comer desde cuero hasta pegamento.
- Desarrollan su actividad durante la noche y pasaran el 75% de su vida en una grieta, junta, o pequeña cavidad.
- Son prácticamente ciegas, utilizando sus antenas en contacto continuo con las superficies para detectar vibraciones, cambios de temperatura y humedad, etc…
- Producen secreciones olorosas que llegan a afectar al sabor de la comida.
- Sus excrementos, así como partes de su cuerpo, pueden contener un elevado número de alérgenos que en personas sensibles pueden provocar urticarias, estornudos o lagrimeo severo.
- Se las considera uno de los principales vectores de transmisión de enfermedades al hombre a través de la contaminación de alimentos y de utensilios de cocina por simple contacto.
- Transportan sobre su cuerpo organismos causantes de diversas formas de gastroenteritis y en su interior viven gran cantidad de microorganismos como protozoarios que están involucrados en brotes de enfermedades humanas.
- La cucaracha rubia es la especie más extendida y más dañina en el medio urbano.
- Las cápsulas de reproducción están herméticamente cerradas y protegidas contra los insecticidas, lo que dificulta su control.
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Solo cuatro especies son plagas comunes: la cucaracha Alemana, de Banda Marrón, Oriental y Americana.
Las Cucarachas Alemanas
La cucaracha alemana es la plaga distribuida con mayor amplitud en la zona urbana. Es, además, la especie de cucaracha más común en casas, apartamentos, restaurantes, hoteles y otras instituciones.
Las cucarachas alemanas adultas tienen un tamaño que alcanza desde una pulgada, hasta ocho, y son de color bronceado a marrón claro. Aunque tienen alas desarrolladas, no vuelan. Las ninfas son similares a las adultas excepto que son más pequeñas y carecen de alas. La cucaracha alemana es mejor identificada por su tamaño pequeño y por dos líneas paralelas obscuras que recorren desde la parte trasera de la cabeza hasta las alas. Usualmente se encuentran en cocinas (cerca de lavaplatos, estufas y fregaderos) y en baños.
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Las cucarachas alemanas usualmente prefieren un ambiente húmedo con un grado relativamente alto de calor. Estos insectos comen regularmente de los basureros y se alimentan de una amplia variedad de comidas. Tienen una preferencia al almidón, dulces, grasas y productos de carne. En muchos lugares, la basura es su fuente principal de alimento.
Como otras especies, las cucarachas alemanas son más activas por las noches cuando van en busca de comida, agua y parejas. Durante el día se esconden en grietas y lugares oscuros que proveen un ambiente cálido y húmedo. Sus cuerpos, relativamente anchos y planos, les permiten moverse dentro y fuera de grietas y espacios estrechos con facilidad. Estas pueden ser vistas durante el día, particularmente si hay una población grande o si hay otras causas de tensión, como falta de comida o agua o si han aplicado pesticidas.
Las cucarachas alemanas son la especie más exitosa en infestar edificios. Son varias las razones por las que se explica la perseverancia de esta cucaracha y la dificultad para controlarlas. Las cucarachas alemanas producen un gran número de huevos por cápsula y se desarrollan en un tiempo bien corto desde que salen del huevo hasta que alcanzan su madurez sexual, resultando en un crecimiento acelerado de la población.
 

lunes, 1 de octubre de 2012

 

                                                                     MILPIES

 
 
 
 
 
 

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El milpiés es una clase de miriápodos conocidos y el número máximo de patas de un milpiés no supera las 750, y la mayoría tienen menos de 200; aún así, el milpiés es el animal con más patas.


 Características

Los milpiés tienen el cuerpo dividido en dos regiones, la cabeza y el tronco. La cabeza posee un par de cortas antenas, los ojos simples y las piezas bucales, estando las mandíbulas en algunas especies muy modificadas como instrumentos excavadores. El tronco posee muchos segmentos y la mayoría llevan dos pares de patas (de donde deriva su nombre científico), excepto el primero y el último, que no tienen, y el segundo, tercero y cuarto, que solo llevan un par de patas cada uno. La duplicidad de las patas es consecuencia de la fusión de dos segmentos consecutivos en uno de solo, de modo que se puede hablar de diplosegmentos en vez de segmentos. A diferencia de los cienpiés (quilópodos), los milpiés carecen de aparato inoculador de veneno, pero muchos diplópodos tienen una hilera de glándulas en los costados que segregan sustancias químicas pestilentes e irritantes cuando son molestados, que pueden producir erupciones en la piel humana; ello puede ir acompañado de actitudes defensivas, enroscándose en forma de bola o en espiral.

 Alimentación

Ciertas especies de milpiés son depredadoras y su dieta se basa en cazar pequeños insectos y pequeños invertebrados.


 Reproducción

La reproducción del milpiés se da entre primavera y verano. Estos animales tienen reproducción de tipo ovípara y construyen nidos con tal fin. La vida larvaria de los ciempiés, según la especie, dura entre 6 meses y 1 año. Como adaptación a la reproducción, la relación entre machos y hembras de milpiés está muy desequilibrada a favor de las hembras. A diferencia de los ciempiés, los milpiés se pueden criar en grupo, siempre que sean de la misma especie. Los milpiés cada vez que crecen añaden un nuevo segmento, esto no sucede en la mayoría de animales que termina su desarrollo una vez pasada el desarrollo embrionario. Esto significa que el número final de anillos en los milpiés no se alcanza hasta pasada la vida larvaria. Por ejemplo, los gloméridos (una familia de milpiés) tienen 8 segmentos cuando acaban de nacer y 12 cuando llegan al estado adulto. Algunas especies incluso continúan creciendo después de llegar al estado adulto. Los milpiés van adquiriendo un nuevo segmento después de cada muda. Las mudas son necesarias en los ciempiés y otros miriápodos, así como en otros artrópodos porque tienen un exoesqueleto duro constituido por quitina (y, en el caso de los milpiés, endurecido por sales de calcio). Cuando muda, el animal deja de comer.


 Hábitat

A los milpiés les gusta la humedad y huyen de la luz. Durante el día se esconden entre la hojarasca, debajo de piedras o entre la corteza de los árboles. Muchas especies de milpiés viven en las cuevas porque son lugares que cumplen muy bien estos requisitos.
Aunque los milpiés prefieren la humedad, en los lugares secos también viven los milpiés, como aquellos del género Ommatoiulus. Incluso existen especies que viven en los desiertos.
En cambio, no pueden vivir en las casas por este mismo motivo. En poco tiempo estos animales mueren cuando se refugian en las viviendas humanas. Estos animales no tienen una gran capacidad de regular sus reservas de agua corporales, por lo que los ambientes secos de las casas terminan por matarlos en menos de 1 día.


 Distribución

El milpiés suele vivir en zonas templadas y tropicales, dependiendo de la especie.

Depredadores

  • Algunas especies de milpiés se enrollan sobre si mismas para protegerse. Se pueden enrollar en espiral (los júlidos) o en forma de bola (los gloméridos), lo que les puede confundir a los últimos con la cochinilla de la humedad.
  • Otro sistema defensivo del milpiés es la secreción de sustancias de olor nauseabundo y sabor desagradable.
Aunque los milpiés no tienen sistema de inoculación del veneno, las grandes especies tropicales pueden causar muchos problemas en el ser humano y los animales domésticos cuando entran en contacto con ellos, tales como la ceguera.